3 Entonces Abraham se levantó y fue a hablar con los líderes de los hititas. 4 “Yo soy un extranjero, un extraño que vive entre ustedes”, les dijo. “Por favor, permítanme comprar un lugar de sepultura para que pueda sepultar a mi difunta esposa”.
5 Entonces los hititas le respondieron a Abraham, diciéndole: 6 “Escucha, mi señor, tú eres un príncipe muy respetado entre nosotros. Elige el mejor lugar para sepultar a tu difunta. Ninguno de nosotros se opondrá”.
7 Abraham se levantó y después se inclinó ante estos hititas, 8 y les dijo: “Si les parece bien ayudarme a sepultar a mi difunta, escuchen mi propuesta. ¿Podrían, por favor, pedirle a Efrón, hijo de Zojar, 9 que me venda la cueva de Macpela que está ubicada en el extremo del campo que es de su propiedad? Estoy dispuesto a pagarle el precio total aquí en presencia de ustedes, para así yo tener un lugar de sepultura”.
10 Efrónel hitita estaba allí sentado en medio de su pueblo. Y le respondió a Abraham en presencia de los hititas que estaban en las puertas de la ciudad. 11 “No, mi señor”, le dijo. “Por favor, escúchame. Yo te regalaré el campo y la cueva que está allí. Te lo regalo y mi pueblo es testigo. Por favor, ve y sepulta a tu difunta”.
12 Abraham se inclinó ante los habitantes locales, 13 y para que todos lo escucharan, le dijo a Efrón: “Por favor, escúchame. Yo pagaré el precio del campo. Toma el dinero y déjame ir a sepultar a mi difunta allí”.
14 Efrón le respondió a Abraham, diciéndole: 15 “Mi señor, escúchame, por favor. La tierra vale cuatrocientas piezas de plata.†“Cuatrocientas piezas de plata”: Se ha aceptado de manera general que era una cantidad exorbitante. ¿Pero qué valor tiene eso para nosotros? Ve y sepulta a tu difunta”.
16 Abraham aceptó la oferta de Efrón y Abraham calculó el peso y le dio a Efrón las cuatrocientas piezas de plata que había dicho, usando el peso estándar que usaban los mercaderes, y delante de los hititas como testigos.
17 De esta manera, la propiedad se traspasó legalmente. Incluía el campo de Efrón en Macpela, cerca de Mamré, tanto el campo como la cueva estaban incluidos en el precio, así como los árboles plantados dentro del campo, y toda el área hasta los límites. 18 Todo esto vino a ser entonces propiedad de Abraham, y los hititas que se encontraban a las puertas de la ciudad fueron testigos de esta transacción.
19 Entonces Abraham fue y sepultó a su esposa Sara en la cueva que estaba en el campo de Macpela, cerca de Mamré (o Hebrón) en la tierra de Canaán. 20 La propiedad del campo y de la cueva fue transferida de los hititas a Abraham para que fuera su lugar de sepultura.
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