3 ¿Piensas, oh hombre, que juzgas a los que practican tales cosas y las haces, que tú escaparás del juicio de Dios? 4 ¿O menosprecias la riqueza de su bondad, paciencia y clemencia, e ignoras que la bondad de Dios te guía al cambio de mente? 5 Pero por tu terquedad y tu corazón no cambiado, acumulas ira para ti para el día de la ira y la manifestación del justo juicio de Dios.
6 Él pagará a cada uno según sus obras: 7 Vida eterna para los que perseveran en hacer el bien y buscan gloria, honor e inmortalidad. 8 Pero ira e indignación para los que rechazan la verdad por ambición y siguen la injusticia, 9 y aflicción y angustia para todo el que hace lo malo, sea judío o griego. 10 Pero gloria, honor y paz para todo el que hace el bien, sea judío o griego, 11 pues ante Dios no hay acepción de personas.
14 Cuando los gentiles, quienes no tienen la Ley, hacen por naturaleza las cosas de la Ley, aunque no tengan la Ley, son ley para ellos mismos. 15 Ellos muestran que la Ley está escrita en sus corazones, dan testimonio juntamente con su conciencia y acusan o defienden sus pensamientos.
16 Así sucederá el día cuando Dios juzgue los secretos de los hombres por medio de Cristo Jesús, según las Buenas Noticias que predico.
24 Porque, como está escrito:
25 Pues ciertamente la circuncisión vale cuando practiques la Ley. Pero cuando seas transgresor de la Ley, tu circuncisión cambia por incircuncisión.
26 Así que, cuando los no circuncidados cumplan los Mandamientos de la Ley, ¿no será considerada su incircuncisión como circuncisión? 27 El no circuncidado que por naturaleza cumple la Ley, te juzgará a ti que con letra y circuncisión eres transgresor de la Ley.
28 Porque no es judío el que lo es en lo manifiesto, ni es circuncisión la aparente en el cuerpo. 29 Pero el verdadero judío lo es internamente, y la circuncisión es la del corazón, la del espíritu, no de la letra, cuya alabanza no es de los hombres sino de Dios.
<- Romanos 1Romanos 3 ->