Filipenses
2 Gracia y paz a ustedes de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
7 Me es justo pensar esto de todos ustedes porque los tengo en mi corazón. Todos ustedes son participantes conmigo de la gracia, de mis cadenas y de la defensa y confirmación de las Buenas Noticias. 8 Porque Dios es mi testigo de cómo los añoro a todos ustedes con el amor entrañable de Jesucristo.
9 Hablo con Dios para que su amor abunde aun más y más en conocimiento superior y en toda comprensión 10 con el propósito de que sometan a prueba lo mejor, a fin de que sean sinceros e irreprochables hasta el día de Cristo, 11 llenos de fruto de justicia para gloria y alabanza de Dios por medio de Jesucristo.
15 Algunos ciertamente predican a Cristo por envidia y rivalidad, pero otros de buena voluntad. 16 Los unos proclaman por amor, pues reconocieron que estoy destinado para la defensa de las Buenas Noticias, 17 pero los otros predican a Cristo por rivalidad egoísta, no sinceramente. Suponen causar aflicción a mis cadenas.
18 ¿Entonces, qué diremos? Que de todos modos, sea por pretexto o por verdad, Cristo es predicado. Con esto me regocijo y aún me regocijaré. 19 Porque entiendo que esto resultará en mi liberación por medio de la conversación de ustedes con Dios y el apoyo del Espíritu de Jesucristo, 20 conforme a mi expectación anhelante y esperanza de que en nada seré avergonzado. Al contrario, con toda confianza, como siempre, también ahora Cristo será engrandecido en mi cuerpo, por vida o por muerte. 21 Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.
22 Pero si el vivir en el cuerpo me sirve para una obra fructífera, aún no sé qué escoger, 23 pues soy presionado por ambos deseos: tengo el anhelo de partir y estar con Cristo, lo cual es mucho mejor, 24 pero permanecer en el cuerpo es necesario por causa de ustedes. 25 Y confiado en esto, entiendo que permaneceré y continuaré con todos ustedes para su progreso y gozo en la fe, 26 a fin de que su enaltecimiento de mí en Cristo Jesús sea más que suficiente por mi presencia otra vez con ustedes.
28 No se intimiden en nada por los que se oponen, lo cual es señal de destrucción para ellos, pero para ustedes, de salvación de Dios. 29 Porque Cristo les concedió a ustedes no solo que crean en Él, sino también que padezcan por Él. 30 Ustedes tienen la misma lucha que vieron en mí, y ahora oyen que está en mí.
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