Nahúm

3 Yavé es lento para la ira y grande en poder. De ninguna manera dejará sin castigo al culpable. Yavé camina en la tempestad y en la tormenta, y las nubes son el polvo de sus pies. 4 Reprende al mar y lo hace secar. Evapora todos los ríos. Basán y la montaña Carmelo se marchitan y la flor del Líbano se desvanece.

5 Ante Él tiemblan las montañas y las colinas se derriten. Ante su presencia se conmueve la tierra, el mundo y todos los que viven en él. 6 Ante su ira, ¿quién podrá estar en pie? ¿Quién podrá resistir el ardor de su ira? Su furor se derrama como el fuego, y ante Él se desmenuzan las rocas.

7 Yavé es bueno, fortaleza en el día de la angustia. Conoce a los que confían en Él. 8 Pero con impetuosa inundación pondrá completo fin a sus enemigos y los perseguirá hasta la oscuridad. 9 ¿Qué traman ustedes contra Yavé? Él hará exterminio. Ciertamente no se levantará dos veces la opresión. 10 Aunque estén entretejidos como espinos y empapados en su embriaguez, serán consumidos como hojarasca. 11 Un consejero perverso salió de ti quien maquinó mal contra Yavé.

12 Yavé dice: Aunque tengan mucha fuerza y sean muchos, serán cortados y pasarán. Aunque te afligí, ya no te afligiré, 13 porque ahora quebraré su yugo de sobre ti y romperé tus correas.

14 Pero con respecto a ti Yavé ordenó que no quede memoria de tu nombre. Destruiré esculturas e imágenes fundidas de la casa de tus ʼelohim, y la convertiré en tu sepultura, porque eres vil.

15 ¡Miren sobre las montañas los pies del que trae buenas noticias, del que anuncia la paz! ¡Celebra tus solemnidades, oh Judá, y cumple tus votos porque nunca más pasará por ti el perverso! Fue destruido por completo.

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