2 Cuando des limosna, no toques trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las congregaciones y en las calles para ser alabados por los hombres. En verdad les digo que ya reciben su recompensa.
3 Pero tú, cuando des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, 4 para que así tu limosna sea en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
6 Pero tú, cuando hables con Dios, entra en tu habitación privada, cierra con llave tu puerta y habla con tu Padre que está en secreto. Tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
7 Cuando hablen con Dios, no parloteen como los gentiles que piensan que por su palabrería serán oídos. 8 No sean semejantes a ellos, porque su Padre sabe cuáles cosas necesitan antes que ustedes le pidan.
9 Por tanto hablen con Dios así: Padre nuestro celestial, santificado sea tu Nombre. 10 Venga tu reino. Que se haga tu voluntad en la tierra, como en el cielo. 11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12 Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros ya perdonamos[a] a nuestros deudores. 13 No nos metas en prueba, pero líbranos del malo.
14 Porque si perdonan a los hombres sus ofensas, también su Padre celestial los perdonará. 15 Pero si no perdonan a los hombres, tampoco su Padre perdonará sus ofensas.
17 Pero cuando tú ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, 18 para que no les parezca a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
25 Por tanto les digo: No se afanen por su vida: qué comerán, ni por su cuerpo: con qué se cubrirán.[c] ¿No es la vida más que la comida, y el cuerpo más que la ropa?
26 Miren las aves del cielo, las cuales no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros, pero el Padre celestial de ustedes las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?
27 ¿Quién de ustedes puede, aunque se afane, añadir a su estatura unos centímetros?§Lit. codo: una medida de longitud equivalente a 45 centímetros.
28 También en cuanto a la ropa, ¿por qué se afanan?
31 Por tanto no se afanen ni digan: ¿Qué comeremos, qué beberemos o con qué nos vestiremos? 32 Porque los gentiles buscan con afán todas esas cosas, pero su Padre celestial sabe que las necesitan todas.
33 Por tanto busquen primeramente el reino de Dios y la justicia de Él, y todas estas cosas se les añadirán.
34 No se afanen por el mañana, porque el mañana se preocupa de sí mismo. Basta a cada día su propio mal.
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