4 Esto aconteció para que se cumpliera lo dicho por el profeta:
6 Los discípulos fueron e hicieron como Jesús les mandó. 7 Trajeron el asna y el pollino, pusieron sobre ellos sus ropas, y Jesús se sentó encima de ellas.
8 La mayoría de la gente extendía sus propias ropas externas en el camino. Otros cortaban ramas de los árboles y las tendían en el camino.
10 Cuando Él entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió y decían: ¿Quién es Éste? 11 La multitud decía: Éste es el profeta Jesús de Nazaret de Galilea.
14 Unos ciegos y cojos se le acercaron en el Templo, y los sanó.
15 Pero los principales sacerdotes y los escribas, al ver las maravillas que hacía, y a los niños que aclamaban en el Templo y decían: ¡Hosanna al Hijo de David! se indignaron 16 y le preguntaron: ¿Oyes lo que dicen éstos?
17 Al dejarlos, salió de la ciudad a Betania y pernoctó allí.
20 Al ver esto, los discípulos se maravillaron y se preguntaban: ¿Cómo se secó al instante la higuera?
21 Jesús les respondió: En verdad les digo, si tienen fe y no dudan, no solo harán lo de la higuera, sino aun si a esta montaña dicen: Quítate y échate al mar, sucederá. 22 Todo cuanto pidan en conversación con Dios, si lo creen, lo recibirán.
24 Jesús les respondió: Yo les preguntaré un asunto. Si me responden, Yo también les diré con qué autoridad hago estas cosas. 25 ¿De dónde era el bautismo de Juan? ¿Del cielo o de hombres?
27 Respondieron a Jesús: No sabemos.
29 Él respondió: No quiero. Pero después cambió de mente y fue.
30 Al acercarse al segundo, le dijo lo mismo. Él respondió: Sí, señor. Pero no fue. 31 ¿Quién de los dos hizo la voluntad del padre?
34 Cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus esclavos a los labradores para recibir su parte de los frutos. 35 Pero los labradores tomaron a sus esclavos. A uno golpearon, a otro mataron y a otro apedrearon.
36 De nuevo envió a otros esclavos, más que los primeros. Y los labradores les hicieron lo mismo.
37 Finalmente, les envió a su hijo porque pensó: Respetarán a mi hijo. 38 Pero los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre ellos: Éste es el heredero. ¡Vengan, matémoslo y poseamos su herencia! 39 Lo detuvieron, lo echaron fuera de la viña y lo mataron.
40 Cuando venga el señor de la viña, ¿qué hará a aquellos labradores?
41 Le respondieron: Matará atrozmente a los malos y arrendará la viña a otros labradores que paguen los frutos en su tiempo.
42 Jesús les preguntó: ¿Nunca leyeron ustedes en las Escrituras?
43 Por esto les digo que el reino de Dios les será quitado y será dado a un pueblo que produzca los frutos de tal reino. [[ 44 ]]
45 Al oír sus parábolas, los principales sacerdotes y los fariseos comprendieron que hablaba de ellos. 46 Procuraron arrestarlo, pero temían a la multitud, porque lo estimaban como profeta.
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