2 Entonces un hombre que era hidrópico estaba delante de Él.
3 Y Jesús preguntó a los doctores de la Ley y a los fariseos: ¿Es lícito sanar en sábado o no?
4 Pero ellos callaron. Lo tomó, lo sanó y lo despidió.
5 Les dijo: ¿A quién de ustedes se le cae un hijo o un buey en un pozo y no se apresura a sacarlo en sábado?
6 Y no pudieron responderle.
10 Pero cuando seas invitado, reclínate en el último lugar, para que cuando llegue el que te invitó, te diga: Amigo, pasa más adelante. Entonces serás honrado delante de todos los que se reclinan contigo. 11 Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
16 Él le contestó: Un hombre preparaba una gran cena e invitó a muchos. 17 A la hora de la cena envió a su esclavo a decir a los invitados: ¡Vengan, porque ya está preparada!
18 Pero todos igualmente comenzaron a excusarse. El primero le dijo: Compré un campo y necesito ir a verlo. Te ruego que me disculpes. 19 Otro dijo: Compré cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas. Te ruego que me disculpes. 20 Y otro dijo: Me casé, y por esto no puedo ir.
21 Cuando el esclavo regresó, informó esto a su señor. Entonces el amo de casa se enojó y dijo a su esclavo: ¡Sal pronto por las calles y callejones de la ciudad y trae acá a los pobres, mancos, ciegos y cojos!
22 Luego el esclavo dijo: Señor, hice lo que ordenaste y aún hay lugar.
23 Y el señor ordenó al esclavo: Vé por los caminos y senderos. Impúlsalos a entrar para que se llene mi casa. 24 Porque les digo que ninguno de aquellos que fueron invitados probará mi cena.
28 Porque ¿quién de ustedes que quiere edificar una torre, no se sienta primero y calcula el costo, si tiene para terminarla? 29 No sea que, después de poner el cimiento, y no poder terminarla, todos los que observan comiencen a burlarse: 30 Este hombre comenzó a edificar, pero no pudo terminar.
31 ¿O cuál rey que marcha a enfrentar en batalla a otro rey, no se sienta primero a planificar si es capaz de enfrentar con 10.000 al que viene contra él con 20.000? 32 Y si no puede, cuando aún está lejos de él, le envía una delegación y solicita condiciones de paz. 33 Así pues, cualquiera de ustedes que no se despoje de todas sus posesiones no puede ser mi discípulo.