10 Yavé dice: En este lugar del cual ustedes dicen que está desolado, sin hombres ni animales, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén que están desoladas, sin habitante ni animal, 11 se oirá aún voz de regocijo y alegría, voz de comprometido y comprometida, voz de los que digan: Alaben a Yavé de las huestes, porque Yavé es bueno, porque para siempre es su misericordia. Voz de los que traigan ofrendas de acción de gracias a la Casa de Yavé. Porque traeré a los cautivos de la tierra como al principio, dice Yavé.
12 Yavé de las huestes dice: En este lugar que está desolado, sin hombres ni animales, y en todas sus ciudades, aún habrá prados donde los pastores recuesten sus rebaños. 13 Otra vez pasarán rebaños bajo la mano del que los cuente en las ciudades de la tierra montañosa, de la Sefela, del Neguev, de Benjamín, los alrededores de Jerusalén y las ciudades de Judá, dice Yavé.
14 Ciertamente vienen días, dice Yavé, en los cuales Yo confirmaré la buena Palabra que hablé a la Casa de Israel y a la Casa de Judá. 15 En aquellos días y en ese tiempo haré que brote para David un Retoño de Justicia, el cual practicará juicio recto y justicia en la tierra. 16 En aquellos días Judá será salvado, y Jerusalén estará segura. Será llamada: Yavé, Justicia Nuestra.
17 Porque Yavé dice: No faltará a David un varón que se siente en el trono de la Casa de Israel. 18 Ni a los sacerdotes y levitas faltará varón que ofrezca ofrenda quemada, ofrenda encendida y sacrificio delante de Mí, todos los días.
19 Vino la Palabra de Yavé a Jeremías: 20 Yavé dice: Si pueden anular mi Pacto con el día y la noche, de manera que no haya día ni noche a su tiempo, 21 entonces también podrá ser invalidado mi Pacto con mi esclavo David, para que deje de tener un hijo que se siente en su trono, y mi Pacto con los levitas y sacerdotes, mis ministros. 22 Como no puede ser contada la hueste del cielo, ni se puede medir la arena del mar, del mismo modo no podrás contar*Lit. así multiplicaré. la descendencia de mi esclavo David y la de los levitas que me sirven.
23 Otra vez vino la Palabra de Yavé a Jeremías: 24 ¿No oyes lo que dice este pueblo? Las dos familias que Yavé escogió las desechó. Así desprecian a mi pueblo hasta el punto de no considerarlo como nación.
25 Yavé dice: Si no es cierto mi Pacto con el día y la noche, ni mis designios para el cielo y la tierra, 26 entonces desecharé el linaje de Jacob y de mi esclavo David para tomar de su descendencia quien gobierne sobre el linaje de Abraham, de Isaac y de Jacob. Porque los regresaré de su cautividad y tendré misericordia de ellos.
<- Jeremías 32Jeremías 34 ->- a Lit. así multiplicaré.