4 Miren, los trabajadores que cosecharon sus tierras reclaman su jornal, el cual ustedes robaron y su clamor llegó a los oídos del Señor de las huestes. 5 Llevaron una vida de placeres sobre la tierra, vivieron lujosamente, engordaron sus corazones el día de la matanza. 6 Condenaron, asesinaron al justo, sin que él se opusiera.
9 Hermanos, no se quejen unos contra otros para que no sean juzgados. Observen, el Juez está en la puerta. 10 Hermanos, tomen como modelo del sufrimiento y la longanimidad a los profetas que hablaron en el Nombre del Señor. 11 Consideramos como inmensamente felices a los que sufren. Oyeron de la paciencia de Job, y vieron el propósito del Señor, porque el Señor es compasivo y misericordioso.
13 ¿Está afligido alguno entre ustedes? Hable con Dios. ¿Está alguno alegre? Cante alabanza. 14 ¿Está alguno enfermo entre ustedes? Llame a los ancianos de la iglesia, hablen con Dios por él y únjanlo con aceite en el Nombre del Señor. 15 La conversación de fe con Dios sanará al enfermo, y el Señor lo levantará. Si cometió pecados, se le perdonarán. 16 Por tanto confiésense los pecados unos a otros, y hablen con Dios los unos por los otros para que sean sanados.
19 Hermanos míos, si alguno entre ustedes se extravía de la verdad, y otro lo devuelve, 20 sepa que el que devuelve a un pecador del error de su camino, salva de muerte el alma del pecador y cubre una multitud de pecados.
<- Santiago 4