3 Porque Yavé dice: Ustedes fueron vendidos por nada y serán rescatados sin dinero. 4 Pues Yavé dice: En el pasado mi pueblo bajó a Egipto para vivir allá. Luego el asirio los oprimió sin causa.
5 Y ahora, ¿qué hago Yo aquí, dice Yavé, cuando mi pueblo es llevado sin causa? Sus dominadores se mofan, dice Yavé, y todo el día, sin cesar, blasfeman mi Nombre. 6 Por esta causa mi pueblo reconocerá mi Nombre en aquel día, porque Yo soy el que dice: ¡Estoy aquí!
7 ¡Cuán hermosos son sobre las montañas los pies del que trae buenas noticias, del que anuncia la paz, del que llega con las buenas noticias, del que anuncia la salvación, del que dice a Sion: Tu ʼElohim reina! 8 Voz de tus vigilantes. Juntamente alzan la voz y dan gritos de júbilo, porque ven cara a cara a Yavé Quien vuelve a Sion. 9 Prorrumpan en júbilo, canten juntas, oh ruinas de Jerusalén. Porque Yavé consuela a su pueblo. Redimió a Jerusalén. 10 Yavé descubrió su santo brazo a la vista de todas las naciones. Todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro ʼElohim.
11 Apártense, apártense, salgan de allí. No toquen cosa impura. Salgan de en medio de ella. Purifíquense los que llevan los utensilios de Yavé. 12 No saldrán apresurados ni se irán huyendo, porque delante de ustedes irá Yavé, y en la retaguardia el ʼElohim de Israel.