3 Su adorno no sea el externo, de peinados ostentosos, de joyas de oro o de vestidos lujosos, 4 sino el adorno imperecedero de un espíritu agradable y apacible, el cual es muy valioso y es de grande estima delante de Dios. 5 Porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, y estaban sometidas a sus esposos, 6 como Sara obedeció a Abraham y lo llamaba señor, de la cual ustedes son hijas cuando hacen el bien sin temor.
7 Los esposos del mismo modo, convivan con comprensión, y muestren honor a la esposa como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que sus conversaciones con Dios no sean impedidas.
13 ¿Quién los perjudicará cuando sigan el bien? 14 Pero también si algunos sufren por causa de la justicia son inmensamente felices.[a] Por tanto no se intimiden ni se perturben por temor a ellos.
15 Santifiquen al Señor Dios en sus corazones. Estén siempre preparados para defender con mansedumbre y reverencia ante todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. 16 Pero tengan buena conciencia con gentileza y respeto, para que los que calumnian su buena conducta en Cristo se avergüencen. 17 Porque si es la voluntad de Dios, mejor es que padezcan por hacer el bien que por hacer el mal.
21 El bautismo en agua, como figura de esa realidad, nos salva, no porque quita las impurezas del cuerpo, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios, por la resurrección de Jesucristo, 22 Quien ascendió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ángeles, autoridades y potestades están sujetos a Él.
<- 1 Pedro 21 Pedro 4 ->- a Algunos traducen bienaventurados.