5 Luego salieron. Cuando llegó la noticia a David sobre aquellos varones, él envió a recibirlos, pues los hombres estaban muy avergonzados. El rey dijo: Permanezcan en Jericó hasta que crezcan sus barbas y entonces regresen.
8 Cuando David lo oyó, envió a Joab con todo el ejército de los valientes. 9 Los hijos de Amón salieron y dispusieron la batalla en la entrada de la ciudad. Los reyes que llegaron estaban aparte en el campo.
10 Al ver Joab que la batalla se le presentaba por el frente y por la retaguardia, eligió algunos de entre los mejores hombres de Israel y los dispuso en orden de batalla contra los sirios. 11 Entregó el resto del ejército en mano de su hermano Abisai y los dispuso en orden de batalla contra los hijos de Amón. 12 Entonces dijo: Si los sirios son demasiado fuertes para mí, tú me ayudarás, y si los hijos de Amón son demasiado fuertes para ti, entonces yo te ayudaré. 13 Esfuérzate, esforcémonos por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro ʼElohim y haga Yavé lo que le parezca bien.
14 Joab se acercó con el ejército que tenía consigo para pelear contra los sirios, pero ellos huyeron de él.
15 Al ver que los sirios huían, los hijos de Amón también huyeron de Abisai, hermano de Joab, y entraron en su ciudad. Entonces Joab regresó a Jerusalén. 16 Cuando los sirios vieron que cayeron derrotados ante Israel, enviaron embajadores y llevaron a los sirios que estaban al otro lado del Éufrates, cuyo jefe era Sofac, general del ejército de Hadad-ezer.
17 Cuando se informó a David, éste reunió a todo Israel. Y al cruzar el Jordán fue hacia ellos y dispuso batalla contra ellos. Cuando David ordenó su tropa contra los sirios, éstos pelearon contra él. 18 Pero los sirios huyeron de delante de Israel. David mató a 7.000 hombres de los sirios de los carruajes y 40.000 infantes, y mató a Sofac, general del ejército.
19 Cuando los esclavos de Hadad-ezer vieron que fueron derrotados por Israel, negociaron la paz con David y le sirvieron.